martes, 25 de marzo de 2008

Besos; eso es lo que quiero. Besos de sal.

Y si no puedes escribir, yo lo haré por ti. Con un estilo diferente (ni la mitad de emotivo). Con menos palabras bonitas (y sin acentillo de actor de melodrama). A mi manera (pero sin dejar de pensarte). Porque es la única forma en que sé defenderme. Ocultarme. Entregarme.

Y lo haré...porque me gusta tu sonrisa de medio lado. Y la cara de asombro que aperece cuando digo algo que no esperabas (con los ojos tan grandes...). Y tus macarrones a la carbonara (aunque te los tengas tan creídos...). Y tus fantasmadas insuperables...¡y los cacho guarros de tus amigos! Y tus manos perfectas. Y quedarme dormida escuchando tu voz en bajito. Susurrante. Aunque no tenga nada nuevo que decir. E imaginarme el calor de tus hombros. Y saber que no estás tan lejos. Y que nos reímos. Mucho. Con o sin batallas a muerte entre maletas deshechas y calcetines carcomidos.

Y lo haré...porque sé que si a veces lloro es porque sigo creyendo que merece la pena. Vuelen los pájaros que vuelen por nuestras cabezotas duras, rellenas de planos, vacunas, mensajes y miedos (entre otras cosas). Y porque no vale rendirse antes de intentarlo.

[...lo de los dibujos ya va a ser más complicado...]