viernes, 5 de septiembre de 2008

Harta, cansada, hasta los mismísimos...

De intentar mostrar tu lado positivo. De hacer ver que estás bien, cuando ni siquiera tienes del todo claro si lo estás. De que tus intenciones sean siempre más grandes que tus actos. De que sólo queden tres palabras que no duelan. De que nunca salgan de tu boca. De que nunca salgan de la suya. De ese odio por convicción y sin consistencia. De ese vacío como respuesta. De las miradas de arriba a abajo y medio lado. De tu forma de perder el tiempo que no tienes. De que se gasten las pocas ganas que te quedan. De salir perdiendo. De dejarte ganar. Del alejamiento como método de autodefensa. Del encierro por sistema. De querer volver y no saber a dónde. De sentir que te falta algo. De no sentir que te echo de menos.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Como si alguien pulsara el botón verde. Uno de septiembre y volvemos a la vida. Empujones por la calle, cola en las paradas de autobús, nervios en las aulas, gente dormida en los vagones del metro. Vuelve el cansancio con fundamento. Vuelve el malhumor matutino. La necesidad de mirar el reloj. El 'un ratito más'. Las ganas de que el próximo festivo sea puente.

Cómo me gustan los agobios y el olor a sudor en sitios cerrados...

Definitivamente, a mí lo que me hacía falta era salir de casa...