lunes, 29 de diciembre de 2008

La chica del espejo.

Te mira con desdén, ojos en blanco y movimientos cortos de cabeza hacia los lados, mostrando desaprobación.

¿Quién eres? ¿Qué haces? ¿Cuánto sabes? ¿A qué esperas?
¿Cómo te mueves?
¿Cuánto vales? ¿Por cuánto te vendes? ¿Tanto cuentas? ¿Cuántos te alquilan?
¿Qué quieres? ¿A quién quieres? ¿Por qué no te olvidas?
¿Qué está pasando? ¿De qué tienes miedo? ¿Por qué lloras? ¿Cuándo vas a parar?
¿A qué hora te levantas?
¿Le echas de menos?
¿Qué soñaste anoche?
¿A dónde quieres ir? ¿Qué vas a hacer? ¿Merece la pena? ¿Estás perdiendo el tiempo? ¿Era él? ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué te dejas hacer? ¿Estás segura?
¿En quién confías? ¿Quién te quiere? ¿A quién persigues? ¿Estás bien?
¿Y ahora qué buscas? ¿Estás cansada?
¿Para cuándo un final feliz? ¿Por qué no funciona? ¿Cuándo terminan las cosas? ¿Vas a seguir adelante? ¿Cuándo quieres volver?

¿Recuerdas su voz?
¿Cuánto dura tu sonrisa?
¿Qué es imposible?
¿La última vez? ¿Por qué no te callas?
¿Piensas en mí?
¿Cuántos intentos? ¿Y eso qué importa? ¿De qué depende? ¿Qué más dará?
¿Próxima estación?

¿A quién estás mirando? ¿En qué piensas? ¿Qué sientes?
¿Te acuerdas?
¿Quieres venir? ¿Puedo ir contigo? ¿Vas a pasar?
¿Por qué no me hablas?
¿Qué es todo esto?
¿Quieres dormir?


Se cepilla los dientes y se mete en la cama.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Una de las ventajas que tiene vivir en otro idioma es que cuando te metes en la cama y llega [de forma irremediable] el momento de darle vueltas a la cabeza, te das cuenta de que tu vocabulario no es lo suficientemente amplio como para poder traducir todo lo que piensas. Y mucho menos lo que sientes. Gracias a esto, las cosas se simplifican y parecen tener bastante menos importancia de la que pretendías darles en un primer momento. O si no, intentas buscar otro modo para expresarte. Y otro. Y otro. Y otro. Y al final, terminas por olvidar cómo empezaste aquella conversación contigo misma.

...mierda, se me ha vuelto a olvidar poner la lavadora...

[...ves?...]

miércoles, 17 de diciembre de 2008

[I thought it was the right time to stop thinking of you...but nobody lets me...]

viernes, 12 de diciembre de 2008

It's a beautiful day...

Levantas la vista del libro. Tanta muerte interrumpida, tanta maphia fronteriza. Necesitas un respiro.

Una mirada pausada através del cristal empañado. Intentas no moverte demasiado, evitando así todo contacto con el cuero helado del sofá. Notas el aire caliente que sube directo desde la estufa a tu cara haciendo levitar un mechón suelto de pelo. Retiras un poco la cortina. La luz termina de colarse en la habitación. Triste y ténue, como tu nuevo mundo. Nubes grises invaden el cielo, pero hoy no vas a permitir que acechen tu mente. Llueve, para variar, y el viento azota las redes que protegen los techados, las aspas del molino y los cuerpos fornidos de los operarios que, en su intento de llegar de un edificio a otro, patinan sobre las losas embarradas del patio. Manos y labios cortados. Pies fríos y húmedos. Corazones templados bajo una carcasa que se te hace extraña, noreuropea.