viernes, 12 de diciembre de 2008

It's a beautiful day...

Levantas la vista del libro. Tanta muerte interrumpida, tanta maphia fronteriza. Necesitas un respiro.

Una mirada pausada através del cristal empañado. Intentas no moverte demasiado, evitando así todo contacto con el cuero helado del sofá. Notas el aire caliente que sube directo desde la estufa a tu cara haciendo levitar un mechón suelto de pelo. Retiras un poco la cortina. La luz termina de colarse en la habitación. Triste y ténue, como tu nuevo mundo. Nubes grises invaden el cielo, pero hoy no vas a permitir que acechen tu mente. Llueve, para variar, y el viento azota las redes que protegen los techados, las aspas del molino y los cuerpos fornidos de los operarios que, en su intento de llegar de un edificio a otro, patinan sobre las losas embarradas del patio. Manos y labios cortados. Pies fríos y húmedos. Corazones templados bajo una carcasa que se te hace extraña, noreuropea.

3 comentarios:

Srta. M dijo...

Puedes abrir un agujerito en la puerta y así poder chafardear un poco como es esa ventana? y ese frío noreuropeo, y la estufa, pero sobretodo el mechón de pelo.

Vamos peque, que contra fríos del mundo existen los corazones cálidos.

Soy ficción dijo...

Y q necesitan para tener el corazón rojo? Muy rojo y cálido!

alfonso dijo...

No.
No permitas que nubes grises acechen tu mente.

Saludos
_______
_______