jueves, 23 de noviembre de 2006

Finales Alternativos

Te despiertas de un sobresalto. Abres los ojos con dificultad. Miras a tu alrededor. Te cuesta recordar cómo has llegado hasta aquí. Hay un hombre en el sofá, a tu lado. Duerme. Te cuesta recordar cómo ha llegado hasta aquí. Todo está en silencio. La luz de la mañana te golpea en la cara, cada movimiento de tu cuerpo hace retumbar tu cerebro. Consigues reincorporarte, lentamente, lo último que quieres es despertarle. Recoges tu ropa del suelo. Calcetines, pantalón, bufanda, zapatos. 'Espero no dejarme nada'. No vas a volver. De un vistazo rápido, papel y lápiz. Escribes. "Tengo que dejarte, no voy a llegar. Me gusta cuando duermes y odio madrugar. No tienes porqué sentirte mal. Te echaré de menos hoy...". Él se recoloca en el sillón. Sigue dormido. Tachas la última frase. Es mejor así. Es mejor para todos.

Cierras la puerta con suavidad. Un gato sale corriendo al verte. Tú reprimes tus ganas de imitarle. Ya estás fuera. Respiras. Huyes. Esta vez nadie va a molestarse.

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