domingo, 11 de mayo de 2008

Pequeños seres revoltosos. Descubridores de hormigas, aviones en el cielo y voces al teléfono. Artistas de cera y pared. Crawlistas en piscina de goma. Sacos de patata con sonrisa a pilas duracell. Nacemos chiquitos, ingenuos, felices e inconscientes.

Pero el tiempo pasa...

Aprendemos. Decidimos. Nos equivocamos. Gritamos. Miramos mal. Escupimos palabras que duelen. Y nos rompemos por la noche, cuando estamos solos y empieza a llover. Terminamos convirtiéndonos en muñecas hinchables picadas por el tiempo y el abuso.

Pero el tiempo pasa...

3 comentarios:

Srta. M dijo...

el tiempo pasa sin remedio.... y poco remedio nos queda mas que conservar algo de esa ingenuidad no?
para no ser totalmente adultos y poder sonreir como niños de vez en cuando, creo que es nuestra unica arma contra el tiempo...
Que sensaciones transmites tu :) se ve que me contagiaste un poco de tu magia, se te ha hechado de menos por aqui... no te vayas sin avisar otra vez eh?

besos (no de sal)

:)

Asshatty dijo...

Vaya. Nunca había leido nada tan conciso y que abarcara tantas cosas en tan poco espacio. Solo que no todos serían muñecas hinchables. xD-

Pablo Esteve dijo...

Hay un poema delicioso y a medias triste a medias esperanzador que se titula ULISES. Si lo encuentro entre mis papeles lo colgaré en mi blog funambulista.
abrazos acuáticos