lunes, 12 de mayo de 2008

Mundo subterráneo.

Entras buscando una salida, pero estás atrapado. Escalones mecánicos te empujan a las profundidades. Una vez dentro, como en el polvo más sucio, no hay marcha atrás. Sólo queda dejarse llevar. Diriges tus ojos al suelo, esquivando encuentros indeseados, defendiendo el poco espacio vital que posees y te vendes a la corriente. Ríos de cabezas, de miradas perdidas, de mentes volátiles que te arrastran casi sin dar opción a que tus pies caminen por sí mismos. Y como si el destino tratara de eso, como si en otra vida hubieras sido Pinocho, te ves convertido en pienso para insectos. Alimentas a una oruga gigante que cabalga entre pasadizos oscuros y estratos de tierra y cemento. Alternas blanco, negro, blanco, negro, blanco, negro. Y el gusano vomita. Pero esta vez te revelas. Quizás guiado por unas notas de acordeón a lo lejos. O por una voz triste al otro lado del pasillo. O por un guitarreo a cambio de tres tristes tigres, que en tu caso son más útiles que el conejo blanco de Alicia. Nadas a contrapelo y consigues huír. La superficie te llama. Caminas hacia la luz. Respiras al fin.



[...y la fotito, obra de JoR, años ha!...siempre me gustó...=)...]

5 comentarios:

Srta. M dijo...

nunca habia sentido tal ahogo y tal liberacion en un mismo espacio que es la silla que hay delante de mi pc. tienes maestria en todas tus letras pequeña miss O

Pablo Esteve dijo...

Mecánica y física de los metros...Sí, somos algo gusanos en el fondo...Como ya comenté a la srta.M, te propongo un juego de creación que tiene un inicio y tiene un "continuará". abrazos acuáticos

Asshatty dijo...

Sencillamente genial, Miss O.

Soy ficción dijo...

:) Pues es verdad q es chula la foto, acompaña a la perfecccion a un texto fantastico.

ANA HIMES dijo...

Qué bien descrito y qué bien has transmitido ese brote se sensaciones que tengo cada mañana en los vagones de la desolación y la desesperación...

Saludos