jueves, 14 de enero de 2010

Conoces esa sensación. De repente una canción comienza a sonar de fondo. Quizás nadie la escuche. Y seguramente haya sido compuesta para eso. Pero el par de notas que consiguen saltar por encima de la multitud llegan a tus oídos, taponados desde hace tiempo. Desde que andas por las nubes. Por el cambio de presión. Y ese par de notas te elevan consigo. Más todavía. Sientes que flotas. Más todavía. Que los pelos de punta de tus brazos se convierten en alas. Que puedes alcanzar el cielo, las estrellas y la luna. Que cierras los ojos y puedes no sentirte solo. O sí. Pero con una sonrisa torcida de las que podrían significar un millón de cosas. Que, así, a oscuras y sin atreverte a abrir los ojos de nuevo, puedes sentirle cerca. Todo lo cerca que quieres. O no. Pero con una sonrisa torcida de las que podrían significar un millón de cosas, aunque sólo signifiquen una.

Yann Tiersen – Atlantique Nord

1 comentario:

Diego dijo...

Refugio de palabras para jueves de agua...

Bravo